- Un kilo de pan de un par de días antes
- Una cabeza de ajo
- Aceite de oliva virgen
- Agua
- Sal
Preparación:
Las migas son un plato muy tradicional de nuestra
gastronomía, un plato campero muy sencillo de preparar, y que hace años
era muy común. Hay muchas variedades de la receta, ya que varían sobre
todo de una región del país a otra, empleándose ingredientes adicionales
típicos de cada tierra. La receta que os proponemos ahora es una receta
de migas tradicional, la más sencilla y simple que puedes encontrar,
pero una receta muy rica. En casa nos encanta prepararla así para
desayunar en épocas de frío.
El secreto más importante para conseguir unas buenas migas, es emplear un pan de calidad y adecuado para este plato. Es importante que sea un pan con una buena corteza y una miga blanca y densa, un pan de los de antes, de los denominados “de pueblo”, nada de emplear el típico pan que se consume hoy en día de forma habitual, que es pan congelado y horneado. Si no se usa un buen pan, será difícil conseguir unas buenas migas. Además el pan debe estar un poco asentado, que sea de un par de días antes al menos.
Para comenzar a hacer las migas, algo que puedes hacer
la noche antes, vamos a cortar el pan que vayamos a usar en trocitos.
Nosotros lo hacemos pellizcando el pan directamente, pero si quieres
puedes usar un cuchillo. Cuando lo tengas entero cortado, vamos a
humedecer todo el pan con agua, en la que habremos diluido sal, hasta
darle un toque salado apreciable pero sin pasarnos. No hace falta
empapar el pan, pero intenta que quede bien humedecido por todos lados.
Al acabar consérvalo en un recipiente cerrado, si lo haces la noche
antes.
Pelamos los dientes de ajo y los vamos a freír en aceite de oliva en una sartén o perol grande, en la que quepa todo el pan. Los ajos podemos dorarlos enteros, o bien troceados en trozos de un tamaño más bien grande, como prefieras. En casa nos gusta trocear cada diente de ajo en dos o tres trozos y dorarlos así. Añade una buena cantidad de aceite de oliva, como un vaso más o menos, que después será absorbida por el pan. Con los ajos ya dorados, echamos el pan desmigado y vamos a poner a fuego medio, sin dejar de remover con una paleta de cocina. Hay que hacerlas lentamente para que queden bien. Puedes probarlas para ver si necesitas corregir el punto de sal.
Con la paleta de cocina iremos removiendo bien, y cuando veamos que las migas
se pegan formando trozos grandes, los iremos cortando con el borde de
la paleta. Esta parte es la más larga de hacer, porque merece la pena
hacerlo lentamente. Cuando veas que las migas van
quedando bien hechas y están más bien sueltas, además de haber perdido
bastante volumen, es el momento de apartarlas y comerlas en caliente. Y
así de sencillo es preparar unas estupendas migas tradicionales.